Elul 27: Estado de Soledad – Tova Mirvis

El Segundo día de Rosh Hashaná salí en dirección a la Laguna de Monk para hacer mi propio “tashlij”. Es un camino breve desde Kripalu, el centro de retiro de yoga en las Berkshires al que he venido sola en este primer Año Nuevo desde mi divorcio.

En la Laguna de Monk un letrero señala que el agua constituye una reserva privada. No queda claro de qué manera podría verse flotando en el agua una jalá con pasas de uvas de la panadería kasher de Newton, por ello en lugar de eso encuentro unas pocas ramitas para arrojar mis transgresiones simbólicas. Mientras las veo hundirse pronuncio la plegaria general de confesión. Ashamnu, Bagadnu, Gazalnu: Hemos errado, hemos transgredido, hemos robado, nos hemos rebelado, nos hemos mofado. La culpa no sólo es comunitaria sino que también lo es el arrepentimiento: no hay un yo solitario sino un planeado y eterno nosotros.

Todos los demás años en la sinagoga pronunciaba estas palabras en plural y -más allá de lo sola y desconectada que pudiera sentirme- siempre estaba rodeada por una congregación de otros. Sin pensar demasiado en las palabras, he recitado palabras que me identifican como parte de un grupo.

Ahora descubro cuán sola estoy y lo desacostumbrada que estoy a ello. Me doy cuenta de que tengo temor a estar sola. Me pregunto: ¿Es por esto que rezamos en comunidad? ¿Por temor a quiénes somos estando solos? A pesar de ello, este año, en el que no estoy más casada, en el que no soy más parte de una comunidad establecida, quiero mirar de frente a ese estado de soledad sin temor. Quiero recordarme a mí misma qué significa hablar en singular, quiero retornar a quién yo era y recordar cómo es estar sola.

 

Tova Mirvis is la autora de tres novelas: The Ladies Auxiliary, The Outside World, y más recientemente, Visible City. www.tovamirvis.com