Elul 29: Es una Calle de Doble Sentido – Frank Luntz

Hace años fui invitado a visitar la casa del entonces líder de la mayoría del senado Trent Lott. Era la primera vez que un senador de los Estados Unidos me permitía ver cómo vivía en privado, y yo estaba bastante nervioso. Obviamente su casa rebosaba de un cálido encanto sureño, al igual que su esposa Tricia, y estaba prolija y ordenada, como Trent Lott. Me corrijo: estaba inmaculada.

Por eso, meticulosamente evité tocar cualquier cosa que pudiera caerse, romperse, hacerse añicos o  alterar de alguna manera un hogar tan perfecto. Yo no había estado en la puerta ni siquiera por 60 segundos cuando la señora Lott me preguntó si quería una dona  recién preparada. Le eché un vistazo al senador, perfectamente engominado como siempre, y luego bajé la vista hacia el sillón que claramente mostraría los resultados de cualquier eventual accidente, reconociendo de inmediato que no había mesa que impidiera semejante contratiempo. ¿Qué le diría al impecable senador si la dona se cayera de mi plato sobre su impecable sofá?

Por eso, mientras mis ojos decían que sí, mis labios dijeron que no. Pero ´no´ no es una respuesta aceptable para una considerada dama sureña que sinceramente desea dar la bienvenida a su huésped.  Dándose cuenta de que yo estaba evitando activamente tanto la comida como los muebles, ella tomó la dona y me dijo con una sonrisa: “Si la dejo caer, ¿eso lo hará sentir lo suficientemente cómodo como para que coma algo? Ella sabía que hacía falta un gesto dramático para que me sintiera cómodo.

Fue la bienvenida perfecta para el huésped cauteloso, y  todavía hoy me hace sonreír.  Y sí, me comí esa dona.


Frank Luntz es consultor político, encuestador y estratega del partido republicano. www.luntzglobal.com