Elul 9: Ser Invitado – Christopher Noxon

Hace unos años, una semana después del bar mitzvá de un amigo, fui a un enorme campamento. No satisfechos del todo con la ceremonia tradicional de la sinagoga, inventamos nuestro propio ritual de llegada a la madurez – todo lo que se requería era un grupo de muchachos, alguna sabiduría compartida y un traje de gorila.

El primer día de nuestro campamento, salí de mi cabaña con el traje de gorila. Agarré a Isaac, el chico del bar mitzvá, y lo escolté a un peñasco cercano donde todos los hombres estaban sentados en un círculo con las piernas cruzadas. Procedimos a dar la vuelta y compartir “secretos masculinos”.

Los secretos variaban de lo práctico a lo profundo. Un muchacho habló sobre la manera en que la adversidad crea carácter. Un electricista le aconsejó a Isaac “siempre comprar bienes raíces”. Alguien dijo que “cuando tengas una cita deja siempre pasar por la puerta primero a la mujer. Pareces un caballero y puedes fijarte en su tujes”. Pero lo que más recuerdo es a un amigo que susurró “Todos quieren ser invitados”.

A Isaac le gustó y a los hombres también. Lo hemos hecho tres veces desde entonces, más recientemente mezclando muchachos y chicas y con un disfraz gigante de pollo.

¿Quién sabe? Tal vez el Gorila Buena Vida o el Pollo Sabiduría se ponen de moda y miles de adolescentes algún día conocen el terror de ser secuestrados por sus mayores en disfraces de animales. Ninguno de los “secretos” que compartimos ha sido revelador pero hay algo profundo incluso en la promesa de aprender algo prohibido. Es lo que aquel muchacho susurró en el primer círculo: “Todos quieren ser invitados”. Ser llevado aparte por los adultos, ser distinguido, invitado a un mundo, implicaba que perteneces a un comunidad real- esa es una parte esencial de lo que realmente significa llegar a la madurez

 

Christopher Noxon es escritor, papá y hacedor de garabatos. www.christophernoxon.com