El tema de la Joyas de Elul de este año es especialmente caro para mi corazón, porque trato de vivir mi vida como un arte no una ciencia, y también, bueno, porque estoy envejeciendo.
Por más que tratemos de ser positivos acerca de la edad, puede ser difícil ver cambiar a nuestros cuerpos. El otro problema con el proceso de envejecer es como termina. Nos morimos. Sin embargo, si hemos vivido bien, nuestras vidas pueden ser como piezas de arte que no son desechadas sino que pasan de una generación a otra como un regalo.
Como lo demuestran los 29 escritores, artistas, políticos, pensadores y soñadores en esta colección, el envejecer puede traer muchos aspectos positivos, bellezas escondidas comprensiones más profundas y alegrías. Espero que al compartir estas reflexiones podamos inspirarnos mutuamente para ver lo bello y ser más fuertes.
Este volumen es extra especial para mí porque contiene una Joya escrita por mi hijo de 24 años junto con mi suegro de 86. ¿Tengo que agregar algo más?
Finalmente, les agradezco a mis padres el don de la vida que me dieron hace 54 años.
¡Le jaim, A la vida!
Traducido por Ría Okret
