Elul 14: La Luz del Mundo – Michael Reagan y Larry Greenfield

El presidente Reagan logró la paz mediante la fortaleza y la restauración del sueño americano. Creía en la libertad individual y en los derechos naturales de todos los hombres otorgados por nuestro Creador. Y más aun. Ronald Reagan fue un hombre digno, humilde, encantador, y honrado que practicó una política basada en principios y de cortesía personal, enraizada en su cosmovisión religiosa.

En su discurso de despedida, recordó su tema político importante, que Estados Unidos siempre será una ciudad brillante sobre una colina. Esta imagen simbólica se la  imaginó por primera vez Juan Winthrop, el Gobernador de la Massachusetts Bay Colony, que, al citar el Sermón de la Montaña, afirmó allá en 1620, que era el fundador de una nueva Sión en el nuevo mundo.

“Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón sino sobre el candelero, y que alumbre a todos en la casa. Deja que tu luz brille ante los hombres, que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en el Cielo”.

Ronald Reagan se inspiró en este hilo de conexión con la de buscadores de la luz, con los líderes de nuevos caminos iluminados por la reverencia por lo bueno, y con el espíritu gloriosos que inspira aun a los americanos para ser una nación bendecida en una tierra bendita.


Michael Reagan, hijo de Ronald Reagan, y Larry Greenfield, son Presidente y Fundador Director Ejecutivo, respectivamente, de la Fundación Legado Reagan